Podología Pediátrica

Podología Pediátrica
El Puerto de Santa María

La podología pediátrica o podología infantil es la rama de la podología que se centra en el tratamiento de las alteraciones y defectos estructurales o funcionales que se dan en los pies de los niños.

Los pies de los niños cuentan con una elevada cantidad de cartílago que se irá convirtiendo en hueso a medida que los pequeños vayan creciendo. Por ello, la infancia es la mejor época para realizar una revisión y corrección en los pies y así evitar cualquier problema o complicación que pueda aparecer en el futuro.

Podología Pediátrica El Puerto de Santa María
Podólogo pediátrico

Podólogo pediátrico

El podólogo pediátrico o podólogo infantil es un profesional formado y con experiencia para detectar cualquier alteración en los pies. Nuestro podólogo infantil en El Puerto de Santa María cuenta con instrumentos de diagnósticos adecuados para determinar si las anomalías son preocupantes o forman parte del desarrollo del niño.

El podólogo infantil valora los pies, las piernas, las rodillas, la cadera y la espalda. Además, en la consulta también se valora el calzado que utiliza el niño para ofrecer las pautas necesarias de cuidados.

Objetivo de la podología pediátrica

El objetivo de la podología pediátrica consiste en realizar el mejor diagnóstico para el cuidado de los pies del niño y que se desarrollen de la mejor forma posible durante las etapas de crecimiento. Para ello, el podólogo infantil en El Puerto de Santa María utiliza de instrumentos como:

Preguntas Frecuentes de la Podología Pediátrica

La podología pediátrica o podología infantil es la rama de la podología que se centra en el tratamiento de las alteraciones y defectos estructurales o funcionales que se dan en los pies de los niños.

Los pies están compuestos de una red compleja de huesos, articulaciones, músculos, tejidos y nervios que trabajan de manera conjunta para coordinar el movimiento del cuerpo. Dicho de otra forma, los pies son la base del cuerpo, por eso debemos cuidar siempre su buen funcionamiento, especialmente en los niños, para no sufrir patologías más severas con el paso del tiempo.

Los pies de los niños cuentan con una elevada cantidad de cartílago que se irá convirtiendo en hueso a medida que los pequeños vayan creciendo. Por ello, la infancia es la mejor época para visitar al podólogo pediátrico y realizar una revisión y corrección en los pies y así evitar cualquier problema o complicación que pueda aparecer en el futuro.

El podólogo pediátrico o podólogo infantil es un profesional formado y con experiencia para detectar cualquier alteración en los pies. Nuestro podólogo infantil en El Puerto de Santa María cuenta con instrumentos de diagnósticos adecuados para determinar si las anomalías son preocupantes o forman parte del desarrollo del niño.

El podólogo infantil valora los pies, las piernas, las rodillas, la cadera y la espalda. Además, en la consulta también se valora el calzado que utiliza el niño para ofrecer las pautas necesarias de cuidados.

Dentro de la podología pediátrica o infantil encontramos ciertas patologías comunes que el podólogo infantil estudia y corrige para que no siga perjudicando en los pies infantiles con el paso de los años:

Pies planos: esta patología consiste en la ausencia total o parcial del arco o curvatura del pie, creando una pisada de máximo contacto entre la planta del pie y el suelo. Este tipo de pies necesitan el uso de plantillas a partir de una edad temprana.

Pie cavo: en este caso el arco o curvatura es más arqueado o exagerado que la existente en un pie normal provocando que el pie cuente con una flexibilidad inferior. El pie cabo provoca que el reparto del peso sea superior en la zona del antepié, y produce dolor y tensión en el gemelo. Suele aparecer entre los 8-12 años de edad, aunque puede aparecer desde el nacimiento.

Pie varo: cuando el pie oriente su plan hacia dentro, dejando en contacto con el suelo el borde externo y los últimos dedos del pie. Este pie suele estas asociado con una laterización de las piernas y de las rodillas. Esta patología se acompaña de otros trastornos creando pies cavo-varos y suele estar asociados a procesos neuromusculares del tipo mielomenigocele. Esta patología debe ser tratado por un podólogo infantil, y en la mayoría de sus casos requiere tratamiento quirúrgico.

Pie equino: encontramos el pie situado en una posición de flexión plantar permanente, es decir, el pie se estira hacia abajo. La causa es la contractura del tríceps o tendón de Aquiles acortado. Los niños con esta patología se caracterizan por caminar de puntillas.

Talalgia: una inflamación del tendón de Aquiles que inflama la parte posterior del talón.

Enfermedad de Sever: inflamación del cartílago de crecimiento proveniente de la tensión muscular del tendón de Aquiles por motivo de crecimiento.

Dedos en garra: deformidad de los dedos del pie en la que existe una flexión en la base del dedo, donde la articulación del medio aparece doblada hacia abajo.

Dedos en martillo: deformidad de los dedos del pie en la que la articulación del medio se encuentra flexionada.

Verrugas plantares: son lesiones que se inician pequeñas, pero se expanden con el tiempo. Son conocidas como papilomas y tienen aspecto rugoso y de color oscuro. No siempre son dolorosas, pero en la mayoría de las ocasiones causan molestia.

Los pies de los niños se desarrollan a medida que crecen, por esto, es recomendable visitar al podólogo pediátrico en diferentes periodos del crecimiento para detectar y prevenir problemas graves que pudieran surgir y que se mantengan en edad adulta.

En las revisiones podología pediátrica no sólo se examinan los pies del niño, sino que también se estudian las rodillas, las piernas, las caderas, la espalda… Con la finalidad de detectar posibles desalineaciones y diagnosticarlas de manera temprana.

Existen síntomas que indican que debe llevar al niño a podología pediátrica o podología infantil:

  • El niño se cae con frecuencia o se cansa al caminar
  • Se descalza a menudo o no quiere ponerse los zapatos
  • Camina de puntillos, mete los pies hacia dentro o los curva hacia fuera
  • Le duelen los pies, piernas, rodillas o caderas, incluso la espalda
  • Las uñas o la piel tienen un aspecto diferente al habitual

El objetivo del podólogo pediátrico trata de realizar el mejor diagnóstico para el cuidado de los pies del niño y que se desarrollen de la mejor forma posible durante las etapas de crecimiento. Para ello, el podólogo infantil se utiliza de instrumentos como:

  • Exploración biomecánica y física de los pies, piernas, cadera y espalda.
  • Información sobre el parto, y si hubo complicaciones.
  • Información sobre el gateo: edad en la que el niño comenzó a gatear, señales de alarma, o realizar un seguimiento del niño si se le solicita desde bebé.
  • Estudiar la postura y posición del niño al caminar o sentarse.