Soy Laura, hija de Aurora. Mi madre tuvo un ictus que le dejó secuelas a distintos niveles, su lenguaje se vio muy afectado así que decidimos buscar ayuda de un logopeda. Desde que mi madre acudió a intervención logopédica con Lidia se ha notado un cambio radical en su calidad de vida. Mi madre llegó a su consulta con disartria, sin apenas ser entendida por ninguno de sus familiares. Al poco tiempo de empezar con Lidia se comenzaron a notar los avances y poco a poco se sentía más cómoda hablando y nosotros la entendíamos mucho mejor. Trabajó con ella desde mejorar su lenguaje oral hasta su lenguaje escrito. Nos dio recomendaciones tanto a familiares como a ella para realizar en casa y el avance en los meses que estuvimos con ella fue inmenso. Le estaremos agradecidas siempre. Con mucho cariño, para lidia.

Mi nombre es Carmen. Tuve un ictus hace un año, antes había tenido uno que apenas me dejó secuela pero después tuve otro que si que me dejó alguna secuela. La más importante era mi dificultad para comer. También me costaba encontrar la palabra adecuada en muchos momentos, además confundía muchos conceptos por lo que me recomendaron ir a sesiones de logopedia. Lidia me ayudo muchísimo con el tema de la comida, necesitaba espesantes y la musculatura estaba débil pero gracias a su ayuda, sus ejercicios y el ánimo que me dio, a día de hoy puedo comer casi de todo, con cuidado pero casi de todo. Trabajamos también mucho el lenguaje expresivo, me enseñó a encontrar las palabras adecuadas y hoy ya casi no tengo problemas. Lidia es una gran profesional y una grandísima persona. Con todo el cariño, Carmen C.

Lidia fue mi logopeda. Tuve la suerte de que me cambiaran de especialista y me acogió ella, una gran profesional, entregada a su profesión y a sus pacientes. He notado una gran mejoría desde que acudo a sus sesiones, un avance significativo y con muchas ganas de poder llegar al final de la rehabilitación con ella. Gracias por tus ejercicios y masajes para mis cuerdas, encantada de ser paciente tuya. Un abrazo.

Desde hace unos años, llevaba padeciendo el problema de que las uñas de ambos pies se curvaban y se me clavaban en la zona lateral. Ello me provocaba un intenso dolor y me dificultaba poder andar. Aunque soluciones quirúrgicas se me plantearon, me resistía a ello. Por tanto, cuando Gloria me propuso la ortonixia como posible solución, y teniendo en cuenta que valoro mucho su criterio de excelente profesional -que me lleva atendiendo desde hace años- decidí probar. El resultado, después de varios meses, es magnífico. De momento, no he vuelto a tener el problema. Sigo asistiendo a la consulta, pero con una frecuencia menor, ya que era el problema de las uñas el que me obligaba a asistir frecuentemente. Muchas gracias Gloria.

Acudimos a Gloria porque estábamos muy preocupados por la forma de andar y la postura que estaba adquiriendo mi hija. Ella tiene 8 años y ya desde pequeñita metía mucho los pies hacia dentro y su postura no era totalmente erguida. Después de visitar varias especialistas, ninguno me daban ninguna solución. Fue creciendo y con 7 años recién cumplidos me dieron referencias sobre Gloria, una gran podóloga, así que la llevamos a su consulta. Después de un estudio de la pisada muy exhaustivo, le elaboró unas plantillas que aún lleva puestas. Desde el primer día se le noto el cambio al andar, en la postura...y a día de hoy, aunque lleva poco tiempo con ellas, unos 6 meses, la niña no quiere usar ningún zapato si no lleva sus plantillas, ya que se encuentra muy cómoda.

Acudí a Gloria porque destrozaba los zapatos por arriba, ya que al andar levantaba el pulgar, involuntariamente, claro. Una vez allí, me diagnosticó otros problemas y me preguntó si me dolían las rodillas y espalda, que efectivamente así era. Me preparó unas plantillas que me cambiaron la vida, que puede parecer una exageración: yo tenía problemas de lumbago, me quedaba 2-3 veces al año clavado durante una semana. Desde que tengo las plantillas no me ha vuelto a dar, ni he vuelto a agujerear ningún zapato por arriba; además me va corrigiendo la postura corporal y ahora noto cuando no me las pongo. Y la atención personal fue genial, ya que es muy atenta y profesional. Se la recomendé a mi hermano que tenía muchos problemas con los andares, desde pequeño, y ahora no puede pasar tampoco sin las plantillas.