Infiltración de ácido hialurónico

La infiltración de ácido hialurónico, también denominada viscosuplementación, tiene el objetivo de disminuir el dolor articular y mejorar el estado funcional de cualquier articulación que presente cambios degenerativos, artrosis o afectación del cartílago.

El ácido hialurónico es de vital importancia para el funcionamiento del organismo. Esta sustancia se encuentra presente en los tejidos del organismo humano de forma natural. Dependiendo en la zona donde se localice posee una funcionalidad:

• En las articulaciones evita que se produzcan fricciones dolorosas
• En los cartílagos tiene una función reconstituyente
• En la piel actúa como hidratante y favorece la juventud

El tratamiento de infiltraciones con ácido hialurónico, o viscosuplementación, busca administrar, mediante inyecciones, esta sustancia en el interior de las articulaciones cuando existe lesión en el cartílago o que sufren artrosis.

Esta técnica inyecta el ácido hialurónico en la cavidad articular, tiene un efecto antiinflamatorio y analgésico, además posee un efecto anabólico y condroprotector estimulando una producción de líquido sinovial de mejor calidad.

La infiltración de ácido hialurónico, también denominada visco suplementación, tiene el objetivo de disminuir el dolor articular y mejorar el estado funcional de cualquier articulación que presente cambios degenerativos, artrosis o afectación del cartílago.

Las infiltraciones permiten la mejora de las propiedades del cartílago y previenen su deterioro. Se emplea en lesiones como:

• Artrosis
• Secuela de roturas de menisco
• Condromalacia rotuliana
• Lesiones de cartílago
• Dolores por sobreuso

También posee efectos en la piel:

A medida que envejecemos, la producción natural de ácido hialurónico disminuye provocando que la piel pierda hidratación, elasticidad, firmeza y que la capa más externa adelgace. La viscosuplementación puede ayudar a prevenir esta perdida devolviendo hidratación a la piel, aumentando su regerenación y ayudando a rejuvenecer.

Esta terapia será realizada en todo momento bajo control ecográfico con el fin de aportar precisión a nuestro tratamiento, pues somos capaces de visualizar la estructura a intervenir y controlar la aguja durante todo el procedimiento.

Antes de comenzar el tratamiento se deben realizar estudios previos que permitan descartar complicaciones como:

• Alergia del paciente a la sustancia
• Existencia de infección en la zona a tratar
• Conocer si la artrósis es crónica
• Si existe fractura en vez de desgaste
• Propensión a hemorragias
• Consumo de anticoagulantes

Tras la intervención el paciente podrá retomar vida normal desde el primer día. Se recomienda el consumo de antiinflamatorios y aspirinas para aliviar el dolor o la inflamación. Sin embargo, debe suprimir actividades deportivas durante el primer día tras el tratamiento y evitar el consumo de alcohol.

Es aconsejable realizar ejercicios de movilidad de la articulación tras la infiltración de ácido hialurónico para que la sustancia se distribuya por toda la articulación.